La Sangre
Dicen por ahi que a los familiares no se los elige, pero yo hace mucho tiempo llegue a la conclusion de que la sangre, o deberÃa decir el ADN, poco importa en los vÃnculos humanos, y en muchos casos, obliga a una relación que termina siendo tormentosa y caótica; No son extrañas las familias donde nadie se habla con nadie y a la postre largas ramas de ella se escinden y se pierden en la nube del recuerdo.
Personalmente yo no abono esa teorÃa y creo que, las personas son personas y que el vinculo con ellas se da mas alla de la genética incluso, aunque suene mal con los hijos. Cuando yo era pequeño, debido al vinculo de amistad con mi madre, se acercaron a la familia dos personas que para mi fueron muy importantes: Teresa y Alberto, quienes pasaron informalmente en el tiempo mis abuelos.
Mis Abuelos
Teresa libro cuando yo era pequeño una gran batalla contra el Cancer y como ella no tenia ni tuvo familia “de sangre” estuvo en casa hasta que mejoro; poco tiempo despues conocimos a Alberto, su pareja y luego esposo. Muchas cosas compartà con ellos: “La Cucha de Sarmiento”, que era un departamento de un ambiente, que aun puedo recorrer con mi memoria. La ducha no tenia cocina, tenia una kichinet en un “ropero” que a los ojos de un niño era fascinante. Estaba cubierta por una alfombra que Teresa limpiaba con un Bissell el cual me prestaba. Me acuerdo también en la pared de la entrada dos mascaras de Kiss que ellos habÃan usado en alguna fiesta y la television blanco y negro “Hitachi”, Naranja. Era un departamento oscuro que daba a un patio interior, pero para mi era un lugar donde la pasaba bien. Su segundo hogar juntos fue en la calle Gascon en un departamento que perteneciera a Teresa y que dejo a su primer marido, cuando este falleció lo repintaron todo para mudarse allÃ, justo cuando mis padres se separaron asà que sin dudar, se lo prestaron a mi padre para que fuera a recalar por un tiempo. También puedo recorrer este con la memoria y recordar los muchos momentos felices que pase allÃ, con mi padre antes de que volviera estar en pareja (esa es otra historia)  y luego con ellos. Su ultima morada fue en el departamento de la calle Sarmiento, donde pasaron sus últimos dÃas. Recuerdo cuando se mudaron allà que yo los acompañe y cenamos pizza juntos en el balcón cuando aun estaba vacÃo y eran todos promesas.
Teresa y Alberto, me regalaron mi primer viaje “como adulto” al cumplir 21 anos al uruguay, me ayudaron a arreglar mi casa cuando mi senora quedo embarazada y necesitábamos preparar la casa, me acompañaron en cada momento de mi vida que les fue posible, viajamos juntos y compartimos cumpleaños, aniversarios y muchÃsimas cosas juntos y es asà como terminaron siendo mis abuelos y siempre me referà a ellos como tales.
Despedidas
Teresa y Alberto tuvieron una buena vida juntos, viajaron por todo el mundo y cumplieron una gran cantidad de proyectos juntos, vivieron muchos anos y pudieron gozar de la jubilación.
Alberto nos dejo hace unos anos atrás luego de una lucha sin esperanza contra el cancer que se prolongo muchÃsimos mas de lo que hubiéramos querido; Teresa nos dejo el pasado 25 de enero luego de que se agravara su condición cardiaca. Yo no estaba en Buenos Aires, no la pude acompañar. Igual fue rápido y estuvo “dormida” la peor parte del proceso asà que no sufrió. Yo llegue el 6 a la noche a Buenos Aires y luego de intentar sin éxito hablar con ella, me comunique con una amiga común que me contó lo sucedido.
Yo ultimamente, si bien hablaba con ella seguido, no la veja muy a menudo. Por un lado por complicaciones laborales, por algunas cuestiones personales y porque de alguna manera me costaba mucho ver el deterioro de una persona que habÃa sido para mi un sostén. No me siento orgulloso de eso y es algo que algún dÃa tendré que resolver conmigo, pero aun asà cuando paso por sus proceso de internación, la acompañe y forme parte del grupo que la apoyo.
Alberto fue cremado y con Teresa llevamos sus cenizas al mar, siempre amo navegar y viajar por lo que nos pareció lo mas justo. Teresa fue creada y a mi me toca llevar sus cenizas al Rio Gualeguaychu en donde ella jugaba de nina. El Rio Gualeguaychu lleva hacia el Rio Uruguay y de ahi al Rio de la Plata que desemboca en el mar. Me gusta pensar que se van a volver a encontrar después de todo este tiempo y van a seguir viajando juntos por el mundo. Yo por lo pronto los voy a extrañar
Sin mas, recuerden que esto es solo Esta Version.